Así empezó todo...

Esta es la historia de un viaje, de una búsqueda y de amistad.

Hace 29 años Mario Letayf, recién recibido, se tomaba un avión para recorrer Europa con un claro objetivo: buscar.

Buscar una experiencia nueva para traer a Monterrey, la ciudad donde nació y creció;

en la que cosechó amigos desde la infancia.

Y quien busca, encuentra.

Así trajo un concepto nuevo a la ciudad: las crepas.

Y nació La Bonne, como un espacio de encuentro de amigos, con buena música y deliciosas crepas.

Las crepas tienen eso, son simples, sencillas y a la misma vez sabrosas y diversas, como la amistad.

 Es justamente la amistad otra parte importante de esta historia. Unos años después Mario conoció a Toño Marquez, un chef llegado a Monterrey que también, en su búsqueda había vivido una experiencia de aprendizaje en Francia.

Mario y Toño no sólo profundizaron La Bonne, sumándole tortas, pastas y ensaladas,

sino que juntos emprendieron

nuevos desafíos, abriendo más restaurantes y nuevos conceptos.

Y nació una amistad que continúa hasta hoy y que define la esencia de todos los emprendimientos

que realizan juntos.

La Bonne creció, maduró, mejoró día a día el servicio, se renovó, se sumaron nuevas generaciones de clientes, pero siempre, conservó aquello que le dio origen, ser un espacio donde compartir con amigos, amigas,

compañeros de trabajo y en familia.

Un lugar donde escuchar buena música, conversar, reír... fundamentalmente vivir una gran experiencia.